Comenzamos "la mina de sal" una tarde cubierta de nubes en un único Otoño de 2010, Desde un rincón donde nadie conoce y todo el mundo sabe. O quizá fuera Martes, hiciera mucho sol y eso nos perturbó con una única idea en la cabeza: acabar con la propia cabeza, saciar una sed de cualquier cosa, asaltar entre líneas ideas brillantes buscando algo nuevo. Es necesario animar el arte con la suprema simplicidad: novedad. Se es humano y auténtico por diversión, se es impulsivo y vibrante para crucificar el aburrimiento.
Salario deriva del latín salarium, que significa pago de sal o por sal. Esto viene del antiguo imperio romano donde muchas veces se hacían pagos a los soldados con sal, la cual valía su peso en oro.
En "la mina" somos ladrones por naturaleza, nos adueñamos de ideas que no nos pertenecen pero no nos importa. Desde pequeños llevamos copiando. Copiamos gestos de nuestros padres. Más tarde copiamos una forma de vestir, copiamos esloganes, formas de pensar, formas de ser, copiamos peinados, incluso exámenes (mal hecho). El mundo se mueve lento pero es gracias a que en cada cosa que se copia se imprime un poco de algo nuevo: nuestro ingenio, nuestra visión. Si alguien lo considera inútil, si alguien no quiere perder tiempo por una palabra que no significa nada….El primer pensamiento que se agita en estas cabezas es de orden bacteriológico…, hallar su origen etimológico, histórico o psicológico por lo menos.